El día sábado 6 de septiembre del 2025 se desarrolló el primer encuentro del año del taller para adultos mayores “Juegos en la Memoria” cuya trayectoria desde hace ya varios años aboga por la inclusión de dicha población en actividades necesarias para acompañar la etapa vital por la cual transitan. Desde el marco del compartir y aprender, la reunión estuvo signada por las ganas notorias de los participantes, luego de todo un cuatrimestre sin encontrarnos.

Se propuso un encuentro en horas de la mañana con la consigna de compartir un desayuno, al que asistieron con gran euforia y animación para llevar a cabo la agenda propuesta, confeccionada y desarrollada de la siguiente forma:

Se dio un espacio inaugural para introducir la temática de las “emociones”, a modo de conversatorio. Luego, en un segundo momento, se propuso una lectura compartida del relato “La casa de las palabras” (“El libro de los abrazos” de Eduardo Galeano), la experiencia resultó sumamente enriquecedora y prolífica para poner en valor a las palabras, ya que su asociación con las conversaciones moderadas por los talleristas a cargo, permitieron que se comenzara a ahondar en la importancia de nombrar las emociones de los integrantes del grupo. Seguidamente, se expuso y reflexionó sobre la importancia de aprender a nombrar las emociones y dar lugar a las mismas, aceptando la existencia de todas ellas, tanto las que se sugieren “negativas” como “positivas”. Teniendo en cuenta que la manifestación de las emociones es un tema complejo de abordar, este último enfoque, guiado de forma psico y socio terapéutica, nos permitió ingresar a la dinámica de un juego de cartas como una estrategia de efectivizar la charla; la selección azarosa de cartas relacionadas con las emociones invitó a los participantes a plantearse preguntas y situaciones para manifestar emociones que sienten o sintieron en momentos de su vida.

Para finalizar y volcar lo trabajado en una apoyatura escrita, se habilitó un rincón de “Cancio-mociones” en el cual debían precisar en una radio (simulada en un cartel) dispuesta en la pared una canción y la emoción asociada a la música, de esta manera ejercitaron la memoria y la conexión de los sentimientos con canciones como modo de expresión. Y por otro lado, se propuso una “Lluvia de emociones”, en la que los participantes debían tomar una anotador de color y escribir algo sobre la emoción que deseaban expresar, a fin de pegar esas notas en cordeles generando así la emocionante lluvia.

La actividad fue bien recepcionada por los abuelos asistentes y por el equipo de diez talleristas integrantes del proyecto, ya que es una temática que convoca a todos, nos conecta con momentos de nuestras vidas y sus cambios; experiencias que son comprendidas y aceptadas cuando las palabras son capaces de alcanzarlas y nombrarlas.

(Rocío y Matías)